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La Escuela en la Sociedad de Conocimiento

Publicado: 2011-08-25

La educación como mediadora

¿Le ha sucedido acaso que sus hijos o alumnos le hablan de las tecnologías que usan y siente que todo aquello que les escucha decir con tanta fluidez y normalidad le suena completamente extraño?

Pues lo que sucede es que estamos viviendo un cambio cotidiano, cultural y profundo al que quizá no le prestamos todo el interés que merece o ni nos percatamos de su importancia. Hoy, los jóvenes, entre ellos nuestros hijos y alumnos, aprenden cada día nuevas cosas de manera informal, fuera de la escuela, por su cuenta, desarrollando un conjunto de habilidades y técnicas de acceso, manipulación y circulación de la información, que muchos padres y madres, maestros y adultos en general, ignoramos.

Nuevos  tiempos

Hoy, nuestros niños y jóvenes– aún con las limitaciones geográficas y de acceso que conocemos– “chatean” con sus amigos, actualizan sus blogs y suben sus fotos, buscan consejos, estrategias y trucos para jugar en red, hacen amistades por medio de las redes sociales, bajan o descargan canciones,  intercambian mensajes de texto, escuchan música y ven películas con reproductores portátiles, consultan sus dudas con Google, visitan a menudo Wikipedia y utilizan dispositivos como el USB, el CD y el DVD como si fueran lápices y cuadernos.

¿Y los adultos? Los adultos seguimos con nuestras actividades de toda la vida: leemos libros que compramos, anotamos en cuadernos o en nuestra agenda, escuchamos música en discos, ojeamos los titulares del periódico, hacemos nuestras consultas en gruesos volúmenes de alguna enciclopedia, tenemos a mano un diccionario en caso de dudas, usamos el teléfono para hablar, vemos televisión, etc. Y, claro, ignoramos gran parte de lo que hacen niños y jóvenes.

Nativos e inmigrantes digitales

Marc Prensky (2001 y 2004) plantea la metáfora, ya ampliamente difundida en diferentes medios, sobre nativos e inmigrantes digitales.

Los “nativos digitales”, como los llama Marc Prensky, han desarrollado la destreza de gestionar varias tareas al mismo tiempo, de manera simultánea o casi simultánea: conocida hoy como multitarea (multitasking). Ejemplo de esto son situaciones como las siguientes: “chatean con tres, cinco o más interlocutores a la vez, en conversaciones diferentes; atienden el correo electrónico mientras se bajan música de la red o consultan la Wikipedia, con diversas ventanas abiertas en la pantalla… mientras leen una revista o revisan los comentarios recibidos en su blog.” (Cassany 2008).

¿Y qué pasa cuando están en la escuela?

Hasta hace unos años, los niños llegaban a la escuela para aprender a usar lo que se usaba en la vida social. En el aula los niños encontraban los libros, las pizarras y los cuadernos que no tenían en casa; y el maestro les enseñaba todo lo que debían saber.

Hoy, en cambio, muchos niños tienen en sus casas no sólo libros, sino también celulares, computadora, juegos, conexión a Internet, que han aprendido a usar perfectamente por su cuenta, jugando con sus amigos.

Cuando llegan a la escuela, se encuentran con aulas que en muchos casos no disponen de estos recursos, o que en el mejor de los casos solo tienen libros, y con maestros que apenas saben usar las TIC en su vida diaria, y difícilmente pueden integrarlas a su quehacer educativo.

En consecuencia, los niños y adolescentes se aburren. “Lo que les ofrece la escuela no solo no les interesa, sino que a sus ojos puede parecer algo totalmente obsoleto y carente de significado para sus vidas” (Cassany 2008).

¿Cómo debemos actuar?

Primero debemos reconocer el hecho de que, siguiendo la metáfora de Prensky, somos los adultos, los que estamos pisando terreno extranjero. El momento actual es digital, y le pertenece a los niños y jóvenes. Por tanto, luchar contra la inmigración digital, tratar de evitarla o marginarla son tareas destinadas al fracaso.

Segundo, no hay una forma única de enfrentar, asumir o solucionar las cosas, acá no hay recetas porque estamos hablando (viviendo) de un cambio cultural que se va haciendo día a día y no sabemos adónde nos conducirá.

Sin embargo, el camino a seguir es claro: debemos  Integrar lo que los chicos ya saben a la escuela. Las teorías socio-construccionistas señalan que debemos partir para todo aprendizaje con sentido, de los conocimientos previos que tienen y trae el estudiante a la escuela. Es decir, el punto de partida es lo que el alumno ya sabe hacer; todos conocemos la teoría pero ¿Por qué en el caso de las TIC no lo hacemos? Si lo que hacen los estudiantes es “chatear”, escribir correos electrónicos y comunicarse a través de la red, porque no enseñarles nuevos conocimientos y capacidades a partir de estas formas de comportamiento.

En conclusión, nos ha tocado ser  protagonistas de un cambio cultural profundo y relevante en las formas de usar, construir, hacer circular y divulgar el conocimiento. Por tanto, la escuela no puede ser el freno que detenga su avance y la posición que debemos tomar no se encuentra en otorgarle a las TIC por sí solas todos los beneficios pero tampoco considerarlas como un camino a la perdición de la cultura tradicional. Las TIC están aquí y han llegado para quedarse.


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Educar en Red

Un espacio para inmigrantes digitales