Si la meta es conocida, hay que buscar el mejor camino

Desde hace mucho venimos diciendo que las tecnologías han llegado para quedarse, que darles la espalda, ignorarlas o tratar de frenarlas es una opción condenada al fracaso. Por tanto, nuestra labor debe orientarse a pensar en cómo lograr una real integración que nos permita convertirlas en una herramienta eficaz para el desarrollo de capacidades.

Recordemos que las tecnologías no han sido ajenas a la evolución de la educación a lo largo del tiempo, sin embargo no todas han sido bien recibidas ni se han sabido aprovechar. Algunos ejemplos son la calculadora, que se temía arruine la capacidad de cálculo; la máquina de escribir que se limitó a la enseñanza técnica de la mecanografía; el proyector de diapositivas y transparencias que solo usaban los maestros, entre otras.

La introducción de las TIC en el sistema educativo lleva ya muchos años (en países como España algo más de 25) y en todo ese tiempo se ha entendido de diversas maneras. Para algunos ha significado enseñar el manejo de las computadoras, llegando a ser incluso un curso más; en otros casos, se ha priorizado el desarrollo de programas específicos para el tratamiento de un tema o área al punto de que algunos se arriesgaron a pensar que los maestros serían reemplazados por máquinas (como también se pensó con  la TV). Hoy reconocemos que precisamente porque hay mucha información y muchos medios tecnológicos, la presencia de buenos maestros es crucial para garantizar el desarrollo de capacidades en los estudiantes.

A continuación revisemos algunas claves que deberíamos entender como punto de partida para esta integración:

Infraestructura y equipamiento

Sea en el sector público o privado, la inversión en equipos es necesaria y urgente. Programas como OLPC han dado un gran paso en este sentido al proveer de laptops a niños del nivel Primaria en todo el territorio nacional; sin embargo, es claro que aún falta mucha demanda por cubrir y parte de este esfuerzo debe ser compartido por las autoridades locales, el sector empresarial, las universidades y los padres de familia.

Capacitación

Entendida y atendida desde dos frentes: la capacitación profesional en servicio y la formación inicial de los futuros maestros. Entender que las tecnologías deben convertirse en una herramienta más, transversal a todas las áreas y tan familiar como la pizarra es la consigna, la tecnología debe de dejar de ser la atracción y para eso debemos entender que aprender a manejar un equipo no es el fin sino el medio a través del cual desarrollamos capacidades. Los maestros que hoy están en ejercicio deberán ir adecuando sus estrategias con una actitud flexible y abierta al cambio, con entusiasmo y compromiso. Los futuros docentes deben desarrollar y proponer como parte de su formación, estrategias de integración con el uso de diversas tecnologías que los prepare para continuar aprendiendo a lo largo de su vida profesional (aprovechamiento de las redes sociales, creación de wikis, formación de comunidades virtuales, tutoría online, manejo de software específico, etc.).

Conectividad

El acceso a internet debe ser garantizado tanto para maestros como para estudiantes de todos los niveles y en todo el país. Sabemos que estar informados y actualizados va más allá que disponer de una radio o esperar los medios escritos; pensemos en la red como una posibilidad de integración en un país tan complejo como el nuestro. Comunidades aisladas o distantes, tiempos de traslado costosos y prolongados, medios de comunicación que no llegan a las zonas rurales, etc. podrían encontrar una alternativa con una buena conexión a internet. Imaginemos un escenario ideal donde las escuelas se encuentren interconectadas para desarrollar proyectos comunes, con un sistema de capacitación online para toda la comunidad, con bibliotecas digitales contantemente actualizadas, con videoconferencias emitidas desde cualquier punto, con comunidades de práctica donde se compartan experiencias y todos aprendamos de todos.

Contenidos

Cuando buscamos un tema educativo en internet, pueden suceder algunos inconvenientes como: que haya tanta información que no sepamos cómo organizarla, que no esté orientada al nivel de nuestros estudiantes, que se encuentre en un sitio de poca confianza, que sea muy escueta y simplista, que esté plagada de propaganda comercial, etc. Por tanto, urge desarrollar contenidos educativos válidos haciendo uso de diversos formatos (texto, video, imágenes, audios, animaciones entre otros), para todas las áreas y todos los niveles. Debemos pensar también en la creación y fortalecimiento de espacios como portales educativos, comunidades docentes, redes de aprendizaje, centros de capacitación virtual, entre otros.

Esta breve síntesis tiene como finalidad detenernos a pensar en la integración de las tecnologías desde un punto organizativo consiente y planificado. Ninguna de estas claves de forma aislada garantiza una verdadera integración, ni mucho menos el desarrollo de capacidades; no hay fórmulas mágicas para el éxito pero sí la posibilidad de planificar cómo llegaremos a él.